EL CUADRO
¿Me estás hablando? Escucho un no y un sí. Me mostrás un pájaro y un segundo después está nadando hacia el fondo. Me indicás el camino al centro de la tierra y llamás desde la luna.
Te explico. El cuadro no está. Los demás nos van a mirar creyéndonos cerca. Pero tienen miedo de tocarnos y se apuran a cerrar el libro. Con sus pobres dos ojos saturados de nosotros.
Ya sé. No estoy hablando. Y cuanto más quieras saberme más mirarás un espejo. Como yo. Solamente habla la figura. Perseguime porque sino no habrá cuadro.
Y no expliques. Desde este millón de puntos van a perderse uno a uno. Quién sabe, a lo mejor es lo que buscaban. Pero cómo les cuesta soltar el marco.
Contamos hasta tres y vamos. A ver si se animan.
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