FIESTAS, PERSONAJES IMAGINARIOS Y TRADUCCIONES (2013)



FIESTAS


WELCOME CHILDREN

El decorado es así. No se pongan tristes. Solamente tienen todo el universo para jugar. Y nada más. Ni una de esas restricciones que supo haber antes (¿qué significa “antes”?). Entonces miren por todas las ventanillas, saquen las manos afuera, saluden a todos los conductores y si quieren abrir la puerta para jugar arriba, háganlo. Les tengo noticias inquietantes: son inmortales. Perdonen que no los haya preparado para esta revelación, es que quería verles las caras de sorpresa. Me gustan los juegos mentales también.
Ahora miren hacia arriba. ¿Qué ven? Sí, exactamente lo que estaban pensando. Y se quedará allí todo el tiempo que ustedes quieran. Y cuando pierda los colores, o la forma, solamente hacemos “así” y está otra vez resplandeciente. Les digo un secreto: “…………………………………….”, pero no se lo cuenten a los grandes porque no les creerán. Además cuando creemos que se hace de noche, en realidad ocurre que “……………………………………………………”.
La mejor parte es que pueden invitar a cualquiera, siempre que quiera venir. La tarjeta es así. Solamente eso. Si quieren más me piden o las hacen ustedes.
Basta de presentaciones, que empiece el que tenga ganas.


PEQUEÑA BANDADA

Llegaron de aquí nomás, ¿descoloridos? y sin palabras, volando a ras del suelo, cerca del horizonte anaranjado que inauguraba esta luz en la que nos fundimos. Unos con otros, eléctricos y sedados, sin género. Dispuestos a volar en círculos por un corto tiempo, a dibujarse a sí mismos en las paredes, a atravesar las puertas y las ventanas sin ningún peso en sus aladas espaldas.
A medida que esparcían presencia por los bordes de esta jaula, ¿descoloridos? adoptaban formas nuevas, cantos nuevos, voces nuevas, nuevos ojos. Sin que los pájaros grandes lo advirtieran, formaron un círculo que giraba y se expandía, como un sol que crecía al tragar a los astros diminutos que pasaban a su alrededor. Los nuevos cantos formaron una sola voz, tan única como infinita e hiperpoblada. Enjambres de trinos enlazados a constelaciones de colores nuevos, en el interior del recién amanecido sol. Entre las melodías aparecieron las preguntas.
¿Qué soy? ¿Soy? ¿Estoy? ¿Dónde estoy? ¿Voy? ¿Adónde voy? ¿De dónde vengo? ¿Pertenezco? ¿Qué es pertenecer? ¿Adónde iré? ¿A casa? ¿Tengo casa? ¿Qué es “casa”?
¿Qué sé? ¿Qué creo? ¿Qué pregunto? ¿Qué es una pregunta?
Un pájaro de gran tamaño cantó más fuerte que ellos. Era la hora de dispersarse. Ahora parecían ¿descoloridos?, pero eso formaba parte de una ilusión óptica. Todos los colores nuevos miraban hacia adentro, al mismo tiempo que los cantos circulares resonaban en el interior de cada pluma. Esta vez el vuelo fue más intenso, aunque invisible.
Desde la esquina, un pájaro incoloro los miró partir hasta desaparecer entre el paisaje y los objetos cotidianos.



PAYASO TRISTE

La llegada de Payaso Triste fue una sorpresa para todos. Por suerte nos encontró con la mesa servida. Estábamos ya en la mesa dulce y quedaban unas cuantas gomitas de menta (que le encantaban al punto de la adicción). Cuando las lágrimas le mojaron ya toda su ropa decidimos que permanezca desnudo, era mejor, a ver si mejoraba su pobre estado de ánimo. No fue así. Las lágrimas le derretían la piel y no queríamos que Payaso Triste desapareciera. Con unos cuantos secadores de pelo extinguimos su tristeza en un rato. Caminó luego, jugó con el monociclo y hasta hizo aparecer guirnaldas colgadas del techo. Literalmente brilló como un muñeco fluorescente durante unos minutos. Después con su monociclo trepó paredes, techo, llegó al balcón, siguió subiendo por fuera del edificio, e hizo piruetas en la cornisa. Lo aplaudimos desde abajo. De un salto llegó hasta la calle. Medio en broma le gritamos que tuviera cuidado con el tránsito de esa hora pico. Se lo tomó muy mal, y parado sobre el asiento pateó a la gente que transitaba, rompiendo ventanillas. Con una fuerza descomunal hacía volcar los colectivos y camiones que se le atravesaban. La avenida era un caos, llegaban las ambulancias y la policía (que tuvo que pedir refuerzos tres veces) y nos sentimos culpables por eso. Lloramos mucho sin saber cómo ayudar a esa pobre gente y a Payaso Triste que estaba obviamente enajenado y no podíamos culparlo de ese berrinche. No sé a quién de nosotros se le ocurrió la forma de calmarlo. Bajamos todos a la calle y sabiendo de su infinita compasión lloramos mucho y a los gritos delante de él. Empatizó enseguida, y se puso a llorar con nosotros. Al rato, cuando nos pareció que ya era suficiente tristeza, le pusimos un traje nuevo, seco, y lo llevamos a casa otra vez, dócil como antes. Improvisamos una túnica con la cortina del baño para regalarle y lo dejamos en el balcón a vivir. Ahora, una vez por día, lo acercamos a las macetas para que les llore encima. Las plantas están agradecidas y tristes.



NESS, LESS, ÍA, DEZ Y LAS DEMÁS

Todas las palabras terminadas en ness vienen de a una, a veces en grupos, a visitarme.
Yo las comparo con ía y con dez, ellas saben que no son iguales. Cuando tocan a la puerta miro por el visor para asegurarme que no sean less. Entonces abro la puerta, entra (n), se esparce (n) por la casa, encuentra (n) su lugar. No dicen si se quedan o se van. Igual me doy cuenta de que han mutado en less y solo es cuestión de tiempo la partida. Pero hay otras que jamás tocaron la puerta, simplemente aparecieron sentadas aquí al lado, enfrente, atrás, y afuera de la casa también.
Hay algo diferente. ¿Vos creías que tenías una casa? Es un paseo, nada más. El espejo es mi caleidoscopio.
Las demás presencias son una fiesta ambulante. Los sentidos no son suficientes para dimensionar lo que pasa a su alrededor.
Nadar con vos, less, ness, ía y dez también es fiesta. Otra fiesta.

MAMÁ FIESTA DE GALA

Altas torres de neón. Después de una tarde ardua y en círculos, circulando llego a la explanada donde las luces blancas son atravesadas por los prismas transparentes de una presencia de agua, tierra y voces. Al resplandor, la ceguera y la fusión. Ya no sé si soy de piel o de pestañas, bosques verdes, mediodía nocturnal. Recuerdo que había olvidado el nombre. Un ruido de mágicos animales salvajes llega desde un espejo en forma de espiral. La risa esconde un plan, el plan esconde alguien que ríe, la semilla se une al pan, libre albedrío en el globo. Los ojos están cerrados, las puertas se abren de par en par, debo partirme en dos. A través de los poros se cuela la madrugada, ¿allá arriba será?
¿Una superficie es una superficie? Descargas de imaginación parecen demostrar que el abismo se ha instalado bajo los pies, en forma de alas blancas. Transparentes son las de quien llega junto al viento en la ventana, igual que el sonido de sus palabras, metamorfoseando el presente. Había sido el futuro. No recuerdo más.
De ahí en más, las canillas se abrieron de tres en tres, el agua cubrió el primer piso y parte del segundo. Tuvimos que aprender a nadar, luego a volar, después a ser el viento. Todas las bandadas se multiplicaron. Aparecieron cientos de especies nuevas. Cubrimos las montañas y el océano también.
Sol dijo sí en el momento en que nadie miraba hacia allá.


LA FIEBRE DEL TECHO

De dos gotas de humedad nacimos ayer. Entendiendo mucho y creciendo hacia arriba. Luego en todas direcciones. Decir “hola” era abrir un espejo deformante. El aire bajo nuestras pisadas se sentía fresco y extremadamente musical, vibrando con los bajos de acontecimientos procreados en el piso de abajo. Las luces de las pupilas titilaban más con cada cambio en la armonía. No necesitamos dar vuelta, el planeta lo hacía y nos situaba en cada nuevo momento. Lo líquido dejaba de hablar, participaba de nuestras metamorfosis como un juego más. Hiperestético.
La humedad nos depositó en la orilla, y se veía como un nocturnal mediodía. La densidad de la luz nos transportó hasta la nieve. Era como una despedida. No había despedidas. No es concebible. Jugaba un largo inquieto amanecer.


FIESTA EN ESPIRAL

En cada escalón hay una piedrita
la de la risa
la del nombre

escondida en el nombre está la luna
mar y años ella
frutalmente de agua

hay sangre en la calle
un sacrificio ritual
se eleva el cielo y nos mira
espera un eterno segundo

partícula:
atentamente,
toma el momento
(dicen que lleva tu nombre)

mientras tanto
marea fluctúa
en la playa de mis ojos
orbita
eclipsa



EL ORÁCULO

No hay que buscar un significado oculto en esa palabra ni fragmentarla para encontrar dobles sentidos.
Durante un lapso de tiempo estuvimos creando un ovillo en el centro de la habitación. Lo alimentamos entre todos. Crecía mucho ocupando un lugar semejante entre los hilos del pensamiento. Un hilo amarillo, otro blanco, otro rojo y otro verde. Lo bautizamos Burbuja.
Autónomamente desarrolló capacidades caleidoscópicas, cómicas, cósmicas, comidas.
Primero fueron las revelaciones y las postdicciones. Atravesó escherianamente los charcos y las escaleras. Creció el pasto en todo alrededor, de un nuevísimo color sin nombre.
Revelar, curar, pisar el suelo, lastimarse y luego volar, escatimar elementos de aquel globo de lana. Ser felinos a través del ovillo-portal. ¿En qué situación se desenvolverá el ovillo? Esa es la respuesta.






PERSONAJES IMAGINARIOS






ACERCA DE UNA ESTATUA

Hoy al pasar al lado de ella, me guiñó un ojo. No es lo que esperaba. La forma y el fondo. Las circulares salen por donde entraron. Pendulum. Mira mi frío. Experimento una turbia sensación de felicidad.
También me hizo un gesto con la comisura. Las hojas alrededor temblaron por dentro. Pogo de savia en siete octavos. Es el cromosoma que me falta. O quizás sea un oso polarizado. La contradicción está en qué

DÍA 2 (habló)

Simbolizando un poco me dijo que estaba atardeciendo. Angel eyes are looking me. Y yo giro en órbita. Tengo miedo de algo. Una célula es todo. Y la mirada está iluminándome. Hace calor y floto. Foto.
También me dijo sí. Ahí supe que era el momento de derretir.

DÍA N

El temblor de su ceja se generalizó a todo el piso. Ella jugó a tensar la cuerda más de la cuenta. Camino destino desatino felino. Mi parte de cuerda se rompió. Un títere no pronuncia las palabras cuando está en la caja. Respira el cartón y se envicia. Como la estatua en el medio del bosque con un grillo de voz metalizada parado en su nariz. Se me mojó la guitarra en el bosque junto al lago. Las cuerdas. Las voces. En este lugar pasaron muchas cosas. ¿Dónde?

ELIPSIS

Yo creo que hacia el mes siguiente subió el agua hasta los tobillos de la estatua. Las hormigas como locas marcaron territorio. Todos los juguetes por el piso. Granos de arroz en los regazos de los patos, una imagen muy tierna.
Entre palabra y palabra se formó un sutil agar agar de pantanoso texto (porque esta estatua tiene algo de casa y de cielo, de agua entrelazada).

ANOTACIÓN

El problema surge
cuando tierra líquida
costumbre habla
dice
decide
decí de mí

nadaré hacia la natación.

(SO WHAT)

El final de “Un chien andalou” ocurre “au printemps”.
Arena, cintas, a escuchar.
La obertura.





ACERCA DE UN RUIDO

No le gusta que le llamen “ruido”. Insiste con eso del sonido que es vibración, etc. La sangre que emborracha, una duda, un vegetal una nada, (sigue)…

Ruidoruidosoruidito.
Y la pregunta: ¿por qué no te sumás al canto del río con todos sus peces, su alfombra verde, su estanque, su coro de insectos, su extrema natalidad, su extracto de ruido blanco? Este río me sigue pareciendo pasteurizado.
Ruido dice que piensa y habla centrífuga y centrípetamente a la vez, no sé si creerle.
Después me pierde los anteojos y se va dejando la llave del lado de afuera.
Hay un par de cosas que ruido no me deja decir, por eso el párrafo que sigue a continuación va a estar lleno de metáforas, para escapar de su censura.

Las gotas al caer hacen temblar las paredes, la huerta azul, germinando etérea como ravioles de un maloliente silencio caído por ahí en la lejanía. Les gusta resbalar por los cristales, todos los vidrios, todos los pájaros estremecen la playa bajo tu balcón. La Meca cambió de punto cardinal hace dos noches, nos sumergimos en un río de aire, los museos siguieron de largo, pensamos mucho acerca del tiempo, por todas partes hay palmeras, se adhieren a tu sien igual que el sol. Siempre es de día.

PASOS EN LA ARENA

Y Ruido se va despacito, silbando un bossa nova, probablemente “Wave” (porque lo escuchó primero cantado en inglés). Percibe todo lo que va naciendo a su alrededor, las flores que crecen a su paso y el sol que tiñe los techos y ecualiza el momento de partir (llegar).
Ruido recién nacido. Listo para rodar.

ACERCA DE NARCY

Bueno, es cierto que tiene una hermana (sista) y que el chiste fácil fue irresistible. A la salida del teatro miró en todas direcciones, así fue como supe por enésima vez de su existencia. Del lado de adentro ya se había lynchizado mirando las luces encendidas en los palcos de enfrente. Congeló la postal del cuadro del momento de los aplausos. Claro, el mundo estuvo a sus pies suficiente tiempo como para hacerle creer que todas las caras eran la misma, la verdadera, una mentira organizada (mentira: producto de la mente, que generalmente tira, te tira o se tira).

LOS VICIOS

No tiene nombre, nadie tiene nombre. Siente como un linfocito al momento de cambiar de estado, pero lo siente siempre. No olvida porque desconoce la memoria. Se llena de pudores porque un sensor en cada poro registra el medio alrededor. Pero burbuja. Comunica así. Corre a buscar su libro de juegos para perderse y citar una frase.

QUÉ PASA

que se puso autorreferencial (y te reís, porque solo vos me ves, lo de los maniquíes ya lo sabés y lo de los semáforos también…) y mira hacia el mar, pasando por la playa y la palmera (el mar no es novedad, no deja de iluminar, está ausente y no puede alejarse). Acaba de llegar una carta desde intramar. Abrila. Leela en voz propia.
Y
Debía haber alguna consigna en este párrafo. Ahí está. Ya sabés lo que querés hacer. Igual que Narcy, que inevitablemente vuelve a su capricho al mismo momento en que no era. Entre hermanos se cuentan la historia. Te estará picando uno de los oídos muy pronto. Llama a Narcy.




ACERCA DE CAT WOMAN Y DE GATÚBELA, PASANDO POR MUJER-GATO

Luminosidad
estrelicidad
lujonismo

sí, ilumina
pero no
no da contrastes

tiene caras largas
como de cien metros
chau

pocas palabras

hoy.



A LA SALIDA DE LA ESCUELA

Él estaba con su compañerito inventando una historia en que Goku reencarnaba en hojas de albahaca. La seño los retó a los dos para que se queden quietos en la fila así salían más rápido. Hizo caso, no por ganas, sino porque también quería salir de la escuela. De su mochila entreabierta se cayó el cuaderno de segundo grado. Se agachó a juntarlo. En eso vio el arma. La ramita se había caído del árbol del patio. La levantó y enseguida reconoció el gatillo y la mira. Apuntó con precisión hacia la cabeza del anciano que caminaba por la vereda. Hizo “pum” con su voz. El anciano cayó inerte en el suelo. Dos o tres personas se acercaron a asistirlo, hasta que uno de ellos, luego de minutos de intentar reanimarlo, bajó la mirada sombríamente, y miró a los presentes negando con la cabeza. Varias maestras estaban atentas a lo que pasaba y casi todos los chicos también. Excepto uno solo que jugaba abstraído con una ramita (parecía mantener una conversación con ella) y se impacientaba por ir a jugar a su casa.



HOY

Hay un papelito que dice tu nombre y está pegado en el borde casi de la mesa de computadora y si lo miras rápido no te das cuenta de lo que dice pero luego en la segunda lectura aparece tu nombre abreviado rodeado por dos dibujitos que parecen representar un corazón y un sol aunque en una primera mirada paren ellos dos un par de alas que hacen como si se fueran a llevar este papelito que en realidad no es un papelito sino que es una cinta azul adhesiva (algo perenne tuyo hay en ese color) volando como mariposa por la habitación adhiriéndose a mi mirada y llevándome de viaje por el mundo a lugares como Barcelona, Manhattan, Roma, El Cairo, Cuba, Tokyo, el Ganges, Etiopía, mientras el lector atento ya advirtió quién dirige este film, o esta parte del film, que en realidad son dos, uno ha puesto los lugares, el otro hizo soplar el viento para elevar la mariposa (acaba de aparecer el tercer director) a una lejanía solamente lejanía para ella, para mí está muy cerca el núcleo que persigo, tan cerca que la incertidumbre me puede evaporar, no lo permitas, solo deja que me evapore, solo déjame incertiduir mientras los pasos van solos hacia allá, quieren ir hacia allá sin detenerse, no los pierdas, no los recuperes, no los recuerdes, hacé que nazcan cada segundo a partir de ese puente que atraviesa los cristales, pasadizo donde circulamos, sonido que reverbera antes de aparecer, que sigue sonando acá lejos y allá cerca, siguen apareciendo las influencias y las causalidades hoy. Mientras abro río intensas alas. Nado olas eléctricas, lo invisible alcanza. Rápido el día abre.





TRADUCCIONES






LIBRE

Él tiene diecinueve años. Se aproxima la fecha de su cumpleaños número veinte. Soñó mucho, demasiado, y ya no quiere seguir haciéndolo. A pesar de esto, su hogar está del otro lado de la frontera. También su mundo, y su ciudad. Reflexiona acerca de la alambrada, y concluye que solamente es un trozo de metal. Ansía volar, pero estas ansias no pueden ser contenidas por la alambrada.
Cuando desde mi ventana veo las primeras luces de la mañana, el sol es libre. Yo también, de la misma manera. Esa enorme extensión de agua que separa los continentes y cubre gran parte del planeta es libre. Yo también lo soy. Ese pájaro que escapó de la jaula, ahora puede volar. Es libre, y yo igual que él. Dejé mi queja y pesadumbre aquí, el viento se los llevó. Es un viento libre, como yo. La verdad va caminando y yo le sigo los pasos. Siempre y sin parar. En el futuro voy a saber lo que es la condición de ser y estar libre. Después de esperarlo tanto tiempo.
Puso su amor en lo alto de un mástil, y lo dejó flameando ahí. Se fue llevándolo y cantaba una canción en su caminata. Una voz pronunció varias veces su nombre, pero él marchaba demasiado feliz como para percibirlo. Se acostó en el suelo, con una sonrisa en los labios. No decía nada. Sobre su pecho comenzaron a brotar ininterrumpidamente flores. Eran de color carmesí.



CAMINITO (fragmento)

Vos, camino pequeño, has sido gradualmente eliminado por causas climáticas, las lluvias, el viento, tal vez los yuyos crecieron tanto que no se percibe nada a nivel del suelo. Un día nosotros caminábamos juntos bajo tu atenta mirada. Vine hasta aquí por última vez, para contarte lo malo que me está ocurriendo.
En aquel tiempo que recuerdo había tréboles y juncos florecidos en torno a vos, formaban un dibujo que reconocíamos. Dentro de poco serás la oscuridad provocada por un cuerpo que se interpone obstruyendo los rayos del sol. Yo también soy en este momento una porción de oscuridad.
Desde su partida me he puesto melancólico. Te digo, amigo, que partiré yo también. Desde su partida no ha regresado, voy a seguir su rumbo, amigo camino.
Todas las te

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