PENDULARES - Lucio Borgna - (2011)

www.lucioborgna.blogspot.com
pezdragon6@hotmail.com






ADN

Estamos arrepentidos. No sabemos muy bien por qué, sólo es una sensación que no se puede explicar. La gente nos miraba mientras caminábamos por la calle de una forma extraña. Todo este relato , hasta estas palabras, es falso. Existe solamente para justificar el papel y la tinta y para simular el comienzo de una historia. No debe ser tenido en cuenta. La verdadera historia, si la hubiera, comenzaría cuando el narrador (no el que está escribiendo) tome la decisión y haga reales las imágenes que ve. Puede prescindir de ellas si quiere y contar abstractamente la suma de hechos inconexos en cualquier orden, aleatorio o no. Quizás no sea el momento más adecuado para ficciones. Quizás no sobrevivan ficciones diferenciables de la realidad palpable, y éste se aburra con simples actos y escenas de clara verosimilitud. Tal vez esté dictando su historia en un idioma particular improvisado, susceptible de ser descifrado en otro tiempo u otro lugar. Aunque puede no ser un problema comprensible por mentes humanas el de su incomunicación.
Un argumento posible se basaría en el final de todo, ese “punto” límite donde estamos parados. La pregunta principal es si este fin implica un comienzo, y entonces cómo saber si es simple yuxtaposición o transición eterna.
Otro argumento conjeturaría la imposibilidad del verdadero final así como de cualquier principio. O la eternidad de un estado post-apocalipsis , sin antecedente al cual añorar.
La lista podría ser infinita. El tema, por omisión, es uno. Todos los títulos posibles son demasiado parciales. El argumento superficial puede continuar:
Pero no es eso lo que nos molesta. Es la sensación. El temor de ser culpables y no saberlo. La certeza de no poder nombrarnos sin falsear, y de no tener párpados ni piel.









EPIDERMIS

ENTRADA:
Abriste una puerta. Tu cuerpo quedó flotando en el aire de la habitación. Quizás saliste o fue solo el cuerpo. Dos o más voces. Preguntas. Intensidad. Volumen cresc.
ANTES:
El picaporte. Los pasos. Viaje 1. Viaje 2. Cerca de cerca. Esta daga en el espacio vuela intermitentemente hacia destino (al menos eso cree destino)
URGENTE:
Dos ojos abiertos se clavan con dulce fijeza y hay un mensaje detrás de las palabras. Un indescriptible “¡ ¡” silencioso avanza hasta hoy todavía sin poder existir. Lo inevitable. Lo infinito. Lo inexplicable. Lo imposible.
LA PARED:
Llegaste muy tarde a destino. Quizás lo sepas. Y no será por el epidérmico correo. Una lástima. Una suma de estructuras apiladas sin relación necesariamente lógica.
?:
Todos saben. Lo que no pueden saber es de estos cuerpos flotando alrededor en la habitación (nunca fue tan habitación).
ADENTRO:
Abrís siempre la puerta de la misma suave manera. Entrás en silencio pero igual te observan. En silencio. Suficiente-comunicaciones. Frase sin nombre. Encubierta. Suficiente-útero. Todo sentido de demasiado. Todo el todo es nada. Demasiado para un momento.
Sonríe, te están filmando.
DESENCADENANTE:
Sonando en las profundidades de un río de cuatro canales aparecían insinuados tus rasgos así. Bombardeo masivo al sistema. Sin piso. Total dependencia y adicción incondicional a todo.


….

….
..
….
……
.
..
…..
Hacés a los electrodos tirar desde arriba como un juego mientras te filman. Interpretan tus movimientos esos maltratados hilos, de una extraña forma, para que no lo adviertas.
Un día perseguís a la cámara hacia las profundidades muy discretamente. Algo para semantizar.
HECHOS:
Pasar y dejar la puerta abierta=1x2=2x1=1+1=(1/0)+(1/0)=sentarse y/o acostarse con mínima gravedad.

Lo que no puedo saber
si voy a calcular
el momento de pactar
la luz de un momento
para hablar
y no decir la estática claridad
calma que sale el sol
y te encuentra
con los ojos entreabiertos
un dibujo en el suelo es la seña
noche
perdida













H

El ermitaño de la nube dice: “¡sí! Salten todos y corran todos y mírenme y piensen en mí, en mí, en mí, en mí y solamente en mí por el resto del tiempo y no hagan otra cosa que pensar en mí siempre en todos lados y con cualquiera y como sea pero dirijan sus mentes a mí como a un supremo ser de la galaxia cuya sabiduría es absoluta y es capaz de castigar a todos si no hacen lo que les exige, tengan miedo porque enfrentarse a mí les costará la insignificante vida que dicen vivir y desearán no haber nacido. Gracias, buenas noches.”
La respuesta es el silencio, quizás porque el ermitaño está en la cima de la montaña más alta y no hay nadie alrededor. Dirige su mirada, decide donde ésta irá, conociendo de antemano o intuyendo qué es lo que verá. Por lo general la nube solamente. Toca la nube con el tacto de sus dedos y éste le cuenta todo lo que percibe.
El ermitaño no sabe si estuvo en algún otro lugar antes. Quizás éste sea el único estado que conozca. Ante la ausencia del factor cambio el tiempo podría no existir. No hay algo que lo diferencie de sí mismo y las frases que dice no provienen de ningún pasado. El lugar donde está podría ser igual al resto de los lugares o distinto, y el mundo quizás sea una cima-nube perpetua. No lo sabe. No es ciego ni sordo, pero en la constante quietud los sentidos cumplen una nula función.
“El cero, la ausencia, el vacío, nada, …, oquedad, ahuecamiento, negro, blanco, silencio.”
Frases sin destinatario como las del ermitaño no podrían llegar a algo o alguien, ni provocar un cambio en la estática realidad, aunque ¿cómo saber si es o no real? No existe una ficción con qué comparar. No hay un fondo ni profundidad en el cuadro, solo una superficie impalpable, un mero ser.
“Recordar, proyectar, añorar, esperar, desear, extrañar, sorprender, mutar”
Hay una lista interminable de hechos prohibidos para el ermitaño, es decir hechos de suma indiferencia que para nada servirían. Está más lejos de lo que se imagina de su cuerpo y lo ignora, acaso porque eso ya no representa demasiado de valor, solo materia cuantificable como los fósiles subterráneos, y por eso quizás no lo desprecia por completo.
“No podría vulnerar los escondites de mi mente, no hay sino un gran área alrededor mío, donde me hallo inmerso. No conozco sus límites. Ignoro si tiene comienzo y si tiene fin. No posee secretos, o acaso no tengo noticias de ellos”
La formulación de cualquier tipo de preguntas crearía en el ermitaño un terrible estado de confusión. Palabras como quién, cómo, dónde, cuándo, y sobre todo “qué”, no parecen tener significado en este ser, habitante de las metacomunicaciones. Aún si poseyera las respuestas (las posee) éstas carecerían de todo valor e importancia. No es capaz de generar o de provocar algún juicio o comentario, y todo lo que de él se diga corre el riesgo de ser absolutamente falso o sin importancia.















DESCRIPCIÓN DEL ENTORNO

Certidumbre cumplió su engaño otra vez. Cíclicamente alguien esboza levantar los párpados o abre los ojos un instante. Cíclicamente acecha la zona iluminada a quien descubre (siempre es la primera vez).
(Miedo a querer más. Sobrevivir sin la muerte)
La palabra es un lugar inhóspito y se torna hostil. Es una máscara hueca, y la febril imaginación de los esclavos es ser dueños de ella. La palabra no libera. Obviamente no propongo nada al respecto y esto es también mentira. Ficción, como el miedo al vacío, al salto, a mirar y expectar sin conocer.
Las culturas se desintegran y generan infinitos big-bangs a cada momento. Espacios esperando su semanticidad.
Encontrar otra vez la salina. Saber que está y estuvo allí por mí. No importa para qué ni por qué, sólo dice esperar un surco. Mi paso.
Abismal señora. El gran masaje. Ninguno de tus nombres viene hoy, y yo circundo la otra cara de tu moneda, pero sin olvidar.
Gente que huye de aquí, de siempre, de todo posible lugar. No pueden articular alguna sílaba en su escapada. Tomen las imposibles drogas justo a tiempo antes de la luz. Sería muy bueno. Lenguaje de plástico y telgopor hecho a mano y deshecho en un abrir de lobreguez. Cardumen material, cancel de mi límite donde es imposible ser ausente siempre. Un colador que ha dejado de disecar y ser el filtro leve. Y se van.
Encender la última fogata. El desierto vela expectante. La última caída al último extremo, ausente lugar. Execrable última vez, capa sobre los presentes.
Entender fuerzas hacia adentro. Abrir canceles ideales hasta no distinguir formas en intramarea. Ella vuelve y nos acondiciona a ver todo. No me había internado por voluntad sino por venganza. Un día especial. Creo haber visto los árboles y el césped dentro mío. Los transformaba en mi alimento. Sé que con otro fondo y otra música sería diferente, cercano al deseo y a la extinción de toda humanidad.
¿Qué dirías si al llegar en vez de tu cuerpo saludándote y preguntándote cómo te fue por esos tiempos y esos espacios lejanos a la idea de él mismo, hallás una fría y melancólica sombra de neblinas que recordás vagamente y no pregunta ni habla, sólo monologa y recrea lágrimas de las que no es capaz de acordarse, y por eso se atormenta y te ornamenta completamente sin intención?
Mar y vuelta al suelo, a la piedra, a esa otra existencia de la que callamos el origen. El problema de la poesía. Haber desistido. Estar de ese lado del espejo perdiendo la ropa que te hacía sangrar por sangrar. No se explica el por qué.
La pantalla mostraría recuerdos del futuro.
(El día en que las libélulas y yo nos animemos a cruzar la puerta del convencionalismo y entremos de manera brutal al tercer cielo y vana sed de ahoras será un día muy triste debido a que para que esto sea posible hubo que tirar por la borda casi todo lo materia que habías obtenido por ley de la naturaleza y no se puede enumerar ahora. El tiempo verbal muta debido a los alcoholes que ella, (iban a decirle, iban a hacerte parte de la otredad) que ella sin otro particular e intravenosamente emana haciendo el imán del que no se regresa ileso.
El día en que las larvas y yo aparezcamos por la cerradura será un día muy breve debido a la pronta mirada de personajes que eclipsan y van a ocupar toda la pantalla e impedir que saquemos los ojos de ella por un tiempo más que largo.)









INSTANTE

Blanco. Lluvia oscura y desordenada. No sobre los lagos, como extensos e infinitos túneles luminosos en tono marrón pleno de destellos. Lluvia como gran masaje. Blanco y transparente paisaje igual a un imán.
Hundimiento en roja húmeda tierra. Mirada cíclope. Todo el planeta entre las manos. Caminata entre gotas por sal y arena. Solo el horizonte entre tinieblas y espejismos. Letras del nombre dispersas y desordenadas. El paso entre milenio y milenio es más rápido que el ojo.
Todos los nombres están confusos y borroneados. Auto fuga del tiempo total.
Perpetuidad blanca, oscura, desordenada, apenas florecida, solo marea.









EL TIEMPO

Fui sumergido sin ninguna intención en el lago, en uno de los dos, o en los dos, no lo sé. Al principio fue un mareo, una sensación de que todo era inestable y la calma consistía en mantenerse en equilibrio a pesar de los vientos, los sutiles vientos que no por pequeños eran para desdeñar. El placer, para mí siempre había sido una meta, el perfecto abandono a una corriente de la que no sabía ni sospechaba datos elementales como origen o destino, así que esta vez no era excepcional, sino que prometía la típica etílica revelación o la risa más esperable. Pero a partir de determinado momento todo se transformó. El deja vu duraba más de lo que podía soportar (en realidad lo tomaba bastante bien) y temí infinitamente estar desmayado e imaginando mientras la gente alrededor (sobre todo los dos lagos de agua verde grisácea, cómo olvidar) se preocupaba por mí. La conversación, sin embargo, contenía datos de irrefutable presente, recuerdos del día anterior y de esa misma tarde, mas luego volvía esa sensación de repetición que hacía dudar de mis palabras y asombrar de cómo podía vivir un momento reflexionando acerca de lo que había pasado (estaba pasando) y hablar y responder con lógica y coherencia.
Los lagos expandieron su tamaño hasta cubrir toda la habitación. El color tiñó mi alrededor y las caras, todas, eran una. Hasta la mía en el espejo del baño. No era un sueño. Ni una alucinación. Había sido sumergido sin ninguna intención, pero no iba a renunciar. Si de esta natación resultaba ahogado, ya lo lamentaría después o alguien lo haría por mí. Mientras tanto el tiempo, nuevo capitán con todo mi consentimiento, se hacía o no responsable de la situación.
Ahí hay un puerto, creo que se parece un poco a mi casa, qué extraño verla en este paisaje en el que alguien parecido (solo físicamente) a mí, se mira en el espejo y no se reconoce.











NADA PARA DECLARAR

Hay que empezar por el principio. Primero una anécdota con personajes o sin ellos. Con personajes es fácil, hay puntos de apoyo para suplir la inexistencia de hechos. Sin personajes es la abstracción absoluta, lo más absoluto de lo que puede ser capaz un autor. Aunque podríamos prescindir de este personaje. Confiar en una sucesión de hechos que se genere por sí misma, independiente.
En cambio con personajes y autor todo se hace más sencillo. En la complicidad de sus interacciones tenemos todo lo que necesitamos y podemos simplemente mirar la película y comer pororó y tomar la gaseosa cola mientras se escribe el cuento. La realidad está en un plano diferente y simultáneo. Ella es la tercera interviniente que completa el menage à trois.
Suponiendo que la película ya está filmada, aún queda el proceso de edición. Este trío suele no hacerse cargo de la presentación pública. Recurrimos a otro personaje (comienzo a dudar de la existencia real de las personas tangibles, en tanto que participan de la puesta y por lo tanto de la ficción) lleno de preconceptos estéticos y una visión personal que puede o no coincidir con la del autor, de los personajes y de la realidad. Es el único capaz de llevar a cabo la puesta. Nos guste o no es el encargado de arruinar o realzar esta ficción.
Cuando sea la fecha del estreno se producirá la primera injusticia. Este equipo (a pesar de ser suma de individualidades lo llamamos así) se llamará con el nombre del autor, simplemente. Él será quien reciba el aplauso, la burla, el respeto o la incomprensión del o de los espectadores, entre otras miles de reacciones posibles.
Pero cuando pensamos que ya nada podía retocar (corregir, aumentar, ridiculizar, etc) esta ficción, el autor escondido dentro de cada disfraz de espectador ya habrá empezado su propia deconstrucción, para que este relato se torne ambiguo e indefinido y sea otra creación, cada vez más colectiva e inclasificable.
Cualquier comentario que yo (mero espectador de la situación) pueda realizar es uno más de las ya incontables, aunque siempre finitas, interpretaciones parciales e inexactas (como las que están escritas en esta página).












NO MAS POESÍA

Decidido. Dejo ya el absurdo hilo de la representación metafórica y lo cambio por el incoherente hilo de la estética narrativa. Aunque yo mismo no sepa explicar qué significa estética, narración, metáfora y representación. No importa, solo exporta. Deja salir al exterior algo que parece verdadero. Verdad-eros como lo hedonista de ser uno mismo, como esa mentira perfecta de la sinceridad. Y para ayudarme a ser completamente yo mismo, me dedicaré a partir de ahora a citar a otros autores.
Para no escribir esa palabra que desvía el camino inicial, es que coloco piedritas, una tras otra a lo largo del laberinto. No miro atrás, no creo que los pájaros coman piedras, solo algún ser producto de mi inconsciencia podría.
En este momento estaría recordando y citando frases de una canción que tiene que ver con el argumento, o que simplemente suena acorde. Puede que sea lineal el acompañamiento también. Una vez citada la canción me voy a calmar. Acá, al mar. Un depósito de almas. Más temprano que tarde, como una quemazón.
Después de la tranquilidad y la canción habría que volver al hilo argumental. Si el nihilismo que conduce mis pasos me lo permite. ¿Cuál era el argumento? Habrá que releer desde el comienzo para averiguarlo.
Ya me decidí. Dejemos la poesía por un rato y escribamos algo narrativo. Se complica, dado que desconozco la diferencia entre la poesía y la narración. No tiene importancia. Empezaría hablando de esta tristeza, de estar a tantos kilómetros y sentir que no hay distancia. Y esos ojos impresos me miran y dicen. Y que mucho más acá…
No me gusta el título. Muy pretencioso. Más todavía incluso que la palabra “pretencioso”. Me pregunto entonces cómo puedo titular este montón de palabras que cuentan un instante en un momento en un día o noche determinados. Aunque dudo si estará bien poner tanto énfasis en un título. Si de cualquier manera no es por eso que me gustará o no esta página. Pero seamos justos, hay que representar el contenido medianamente en el título. Hagamos otra relectura para comprender mejor.
(…)
Renuncio. No es esto lo que esperaba de un discurso narrativo (o no es esto lo que el discurso narrativo esperaba de mí). Y no
escribo más.
(No es por cansancio, aburrimiento, o porque no se me ocurra
nada. Simplemente que hay un cd con quinientos juegos para pc en mi escritorio, y hace por lo menos tres meses que no lo uso. Además tiene una versión de Sonic en 3 d que nunca jugué y me intriga saber de qué se trata.)











TE

Te miro desde las guitarras de triste sucesión y lánguido deslizamiento. Te fabrico un cuerpo por descarte de lo descartable como si hiciera un dibujo sobre la esencia de tu alma para mirarte mejor. Estoy ciego de tanto abrir en vano los ojos en la absoluta oscuridad. Aquí fue donde te ví por primera vez. En el espacio breve entre la luz y los párpados sonreíste despacio, para no interrumpir aquél concierto que se avecinaba. Nunca supe bien si era música o pura superposición de monólogos.
El aleph nos cegó infinitesimalmente. Y estábamos tan en sintonía con el atiborrado vacío.
Luego de la tormenta vino el silencio. Y la mirada. Tu cara está en la música que desborda de todos los autos y la gente al caminar. Sin traducción y con música minimal. Casi imperceptible. Sin sentido y sin los sentidos. Sin mí y sin vos. Sin palabras.










INTERMITENCIA

Una turbulencia en el agua. Un cambio de estación. Las llaves olvidadas estaban ahí a pleno sol. Y entonces las lunas decían “hay un nombre para lo que ves”. Yo trataba de levantar los párpados y era sencillo como resbalar. De todo esto seguramente hay una explicación efímera y total. Pero voces y otras voces. Era el momento de decidir. Caminé por la arena durante milenios extremadamente saciado. Iluminado desde la distancia. El perpetuo amanecer. El terrenal jardín.
Luciendo un cielo invisible, oscuro. Bajando oquedades, raíces gritando, nadando aladas. Sin ojos, luces estáticas donde alunizar doblemente.
Conjuraba un nombre caótico, con mucho miedo a esparcir la montaña de hojas. Si ya diluía el horizonte de todos los ecos. El terror empequeñecía las costas y los cauces, y provocaba el verdadero viaje hacia la sal. Reiteración de gestos de ida y vuelta. Doy algo que parece fragmentario y la nariz empañada de vidrio y personajes llama a la pronunciación de la voz. Cero completamente cero. Luego de otro periplo será posible absorber cada gota de paisaje. Instante de destinación.











LO INASIBLE

De este lado veo rostros, manos, caras, el bien y el mal, la profecía, la malicia, la dejadez de todo el ser humano y de algún misterioso modo casi todo eso no representa absolutamente nada. ¿de qué me puede servir estar de un lado o de otro si no es para morir, completamente morir y ser otro cuerpo en la inercia del planeta? Toco el tacto y lo olvido al instante siguiente, veo lo que me indica un sensor y acto seguido ya es volátil memoria. Esa voz que me llamaba no está en este espacio-tiempo para ratificar su existencia, ni el sabor que me ocupó hace un largo instante de días dice nada hoy. Ese aroma ha dejado un débil sucesor que creo haber inventado. La ausencia de huellas está labrando una huella demasiado profunda. Puede hacernos des-aparecer sin recuerdos y dejaremos el vacío alrededor de los pasos, como venganza.
ESPEJO

Estoy pensando en dejar de existir. No sé todavía si física, psíquica o de las dos formas. Tal vez pueda dejar a cada parte del cuerpo cumpliendo su misma función de siempre. Se oye una canción en la radio de esta casa y me interno en sus sonidos. Cuando miro atrás ya no estoy. Cuando termine esta canción esperaré un momento y al hablar mi voz será como la que cantó momentos atrás, y mi cara tendrá esos rasgos.
El que pretendía dejar de existir me mirará y reirá sin explicar demasiado por qué. Luego me interrogará un rato para saber lo que pasa en su vida. Yo le voy a contar lo que se me ocurra, improvisando, pensando en lo que debería ser.
Será tiempo de que nos reencontremos. Haremos un guión. Cuidando los detalles se verá realista la escenografía. Con un travelling cubriremos en pocos segundos todas las cabezas mientras que en la banda sonora cada una de las voces tendrá una reverberación particular. Para no dejar de reconocernos física, psíquicamente, o de ambas maneras.













SIN NOMBRE

Todo es tan gris y hermoso. Desde aquí te puedo ver haciendo lo elemental. Lo básico de siempre. Si giras un centímetro rozas algo mío sin nombre. Y si levantás apenas un párpado despertás una multitud que te llama. Pienso que lo más importante no está al alcance de la mano. No de las manos. Ni de lo que llamarías nosotros.
Recién, cuando volteé la cabeza te hice desaparecer en un parpadeo. Todo era tan gris y nebuloso. ¿Cómo puede estar allí lo que puedo sentir aquí? Porque en esa nube cabía tu ayer, tu último año, lo que dije y pensé desde la luz hasta hoy y más, aunque no pueda recordarlo. Después vino la otra luz, más parecida a un mar. Y ya no estuve aquí. Y no estoy.
Todo es tan gris y desesperadamente brillante. Pienso que si no se presenta el tiempo será siempre así. No lo estoy pensando. Nado sin orillas a tu manera. Copio tu forma, el movimiento, la respiración.
Toco el contorno, que se arquea levemente. Tiembla como para caer pero no. Viento que pasa por pasar. Olvidé esa superficie, nada más que con serla.
Todo es tan gris y efímero.











CAMBIOS CLIMÁTICOS
Nubes y sol. Desde lejos las nubes se hacen y deshacen entre los rayos furtivos. Lluvia amarilla instalada en los dos lagos. Mimesis de agua y de risa. Intercambio de rehenes.
Tormenta en la luz. Manos cortas y largas. Como para atravesar el cielo y hundirse en la lluvia que inunda onírica marea.
En un lugar. En un momento. En situación.










ENVENENAMIENTO

Hay una carta sin fecha. Mirame desde donde estás. Los días de la vida están contados. Los granos de maíz cuentan la historia andando de mano en mano. Los gatos juegan en el suelo. Hay una carta sin fecha.




















LA ÚLTIMA PÁGINA (LOCO II)

_ Demos la vuelta al mundo.
_ Solo queda una página.
_ Con eso me alcanza.
_ No creo.
_ Bueno, ya vas a verlo con tus propios ojos.
_ Mis propios ojos ya no están.
_ Entonces vas a escuchar lo que te relate yo.
_ No importa, porque no lo veo.
_ Entonces me convierto en idea tuya, así lo podés percibir con todos los sentidos.
_ Bueno, ¿cuándo vas?
_ Justo antes del último renglón.
_ ¿Falta mucho?
_ Falta una o dos lluvias.
_ Algunas frases.
_ Uno o dos pasos.
_ Ya está.
_ ¿El final?
_ No, el viaje.
_ Cierto, hacía tanto que no










LOCO

_ ¿Qué estarías haciendo si no hubieras venido?
_ ¿Y si no estuvieras?
_ Quiero que sepas lo que corre en mí.
_ Quiero saber que vine.
_ Y que esta fragilidad no es la última.
_ No es tarde.
_ Es tarde.











PERMANENTEMENTE

El niño llora junto a su pequeño perro. En la despensa, el maestro corta el pan con un cuchillo. El cuchillo es pequeño. El maestro ora por el alma de su pan. El niño está descalzo y cuenta en silencio hasta diez. El maestro da once pasos y piensa. El perro cabecea su pelota. Hay indicios de luz. Un virus de iluminación enferma a la pequeña comunidad.
Decenas de personas y vegetales en la misma espesa realidad. La desmesura dice que hay un deseo. Uno.













1 REAL

A medida que avanzo hacia delante los árboles se hacen más reales. Adquieren volumen y profundidad. El árbol trasciende el estereotipo y vibra como verdadero. Mi cuerpo toma forma y vibra como verdadero.




















AMNESIA

Tu nombre empieza y termina. Tu vida también. Los días y las noches que compartimos (que fueron días y noches sólo para nosotros, desde éste lado (y el nosotros sólo lo era en un espacio-tiempo) y dividido en dos percepciones que se suponen mutuamente coincidentes) no tienen entidad más que en lo infinitamente virtual de la memoria.
Te llamás igual que los ensayos previos. Superficialmente sos tan diferente, otro grado más de pureza. Acaso no hable de vos sino de la retina. Soy (y no hay un diccionario que me auxilie para decir esa palabra) lo que estoy describiendo. Y lo que describo me penetra constante y permanentemente.
Los nombres dibujan una capa de la cebolla. El mío (heredado, adoptado, aceptado, o simplemente única posibilidad) ha buscado a los tuyos. Carente de sentidos, he imaginado a partir de cada ícono aquella sensación de. A partir de ella construí una jaula del zoológico dentro del reparto del film.
Debo al fuego causal algunas revelaciones. No había jaula, ni zooógico, ni film. Simplemente hay este “_______” desde donde dirijo un haz de luz.
No te recuerdo. Te elijo entre una multitud para que recibas el haz de luz y decidas qué hacer con él.














HISTORY, HERSTORY O ITSTORY

Es cierto que está, y ahí empiezan los paréntesis. La certeza no es una verdad, y el verbo impersonal dice también que no me hago cargo. Está siendo, o es estando, es una decisión nada más. Desde hace mucho tiempo se le llama con varias palabras. Como suele pasar, lleva un adjetivo que otro colocó y quedó por insistencia. De tanto insistir se convirtió en el símbolo de todo lo nombrable.

(puedo ver un todo (dentro hay todos (dentro hay todos (dentro hay todos))))etcétera
(hay un centro, ubicado en ningún lugar, y su contenido es)
(cada todo tiene un centro (todos los centros de todos los todos están conectados de manera indispensable con el centro del todo))
(cuando un centro de un todo pretende desconectarse de otro centro de otro todo, el centro del todo establece más fuertemente su conexión con este centro, lo que el centro interpreta de alguna manera)

¿De qué imperfecta manera contar lo que es entre nosotros cuando nuestras identidades físicas se aproximan y cuando están lejos?
El centro de todo habla sin idioma, pero ¿cómo aprender esa lengua para decirte lo que debés saber con palabras?
Mientras tanto, sos, soy, somos, son. Y quiero, querés, queremos, quieren.












EPIFANÍA

Espero instrucciones. No doy otro paso sin ellas. Apagado y encendido. Termodinámica o hemodinamia. Exceso de luz o de oscuridad. Eehh…
Estoy caminando. Estoy res
Camino. Respiro. Piso los charcos. Llueve desde el suelo. Un ancla que se desprende. Soy un camino. Estoy demasiado. Éxtasis suspensivo.
Antes puro temblor. Humo. Líquido. Pira con pirita y azul con marrón.
















ARENAS MOVEDIZAS

¿Me estás hablando? Escucho un no y un sí. Me mostrás un pájaro y un segundo después está nadando hacia el fondo. Me indicás el camino al centro de la tierra y llamás desde la luna.
Te explico. El cuadro no está. Los demás nos van a mirar creyéndonos cerca. Pero tienen miedo de tocarnos y se apuran a cerrar el libro. Con sus pobres dos ojos saturados de nosotros.

Ya sé. No estoy hablando. Y cuanto más quieras saberme más mirarás un espejo. Como yo. Solamente habla la figura. Perseguime porque sino no habrá cuadro.
Y no expliques. Desde este millón de puntos van a perderse uno a uno. Quién sabe, a lo mejor es lo que buscaban. Pero cómo les cuesta soltar el marco.
Contamos hasta tres y vamos. A ver si se animan.
TELARAÑA

Desde el fondo del tiempo y el interior más profundo te tiendo una trampa, desde antes de articular lenguajes y desde donde no hay luz humana, en un pasado desconocido y en el silencio que no precede a palabras, cuando eras sin forma y yo sin futuro y dentro de esa espera. Miro alrededor y todo va a tornarse del color que prefieras para hacerte caer más rápido, tan lentamente como el siglo que pasó recién entre el sí y su pregunta. Y es que estoy sospechando que desde el fondo del espacio y el verde más lumínico me tendés una red que me atrapará (ayer) y yo con mi sonrisa más ingenua creyendo ser el cazador. Oís pasos a mi alrededor y todo se me vuelve sonoramente tuyo como para cegar mi caminata y el curso de mi voz y ella pronuncia en voz alta eso, esto, aquello. Y todo para qué. Pero no me importa si tiene profundidad o no. Destino o magnetismo es igual. Al revés o al derecho es lo mismo.














BIENVENIDOS

De acuerdo al orden de llegada, bienvenidos. Llámenle a este sito como quieran, zoológico, cárcel, paraíso, desierto, punto de no retorno, …
Voy a cerrar la ventana. Los nombres esperan ser atravesados por un vidrio.
Todo lo que diga será ornamental. Solo llegar y llegar todo el tiempo.
Lo demás es literatura.


















LA PLAYA

Los monumentos edificados en tantos años no esperan más que una señal de humo para caerse. En plena precipitación, locuaces como nunca, rebosantes de gestos y palabras hiperpobladas, parecen un desfile de payasos anamórficos. Se viene el mundo abajo en un éxtasis de bandoneones. Un locutor grita sus nombres al borde de la locura mientras se arranca los bigotes con las manos. El micrófono tiembla. Los ojos desorbitados de las estatuas ruedan hasta los bolsillos de los chicos. Más tarde jugarán con ellos en la vereda. No queda más que polvo en el aire y el eco de los pies que se alejan en completo silencio.
Te dedico este silencio a vos porque ayer te lo robé en silencio.














EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS

De cuando viajé al pasado guardo el recuerdo de no haber hallado el pasado. De encontrar los agujeros negros donde los había puesto. Limpios como son y eran. Pero el pasado no logró existir. Habrá quedado en el pasado o en un agujero negro. A los agujeros negros los guardé en el bolsillo. Me olvidé de mi nada. Todo debí recordar y esta marea que solo nada. Comparto mi bolsillo, vos dormí a mi lado, te hice un lugarcito.
Cuando te fuiste no tenías nombre. La alegría inundó tu casa, tu casa la ciudad y no salí ileso. Preparo el escenario, la bienvenida, una ensalada y el blues. Quiero. Minúscula mayúscula ingenua letra. Siempre te voy a improvisar. Vivir es fácil con los ojos cerrados. Inscribe con pequeña voz y pequeña risa. Ironía con patitas huyendo. Puntos suspensivos en la calle y esta vez sí. En tu alma no hay sorpresas. El sueño me lo había dicho.
¿Busco un estribillo?
(Repetir hasta des-semantizar)

Quiero.











ADAMTELLMEAPPLEAFTERNEWTON

Salí con fuerte impulso. El aire zumbaba en mis oídos. Llegar allá, llegar a, llegar, llena el alma de una intención, siguiendo un designio. Un cuerpo rojo un poco desgajado ahí. No sé el nombre de lo que me rodea, pero unos centímetros por sobre la altura de la cabeza está bien. Simbólicamente me estereotipo así, solo sos parte de la ficción, igual que la boca que destila un licor a destiempo. Ni flecha ni zen, innómine, puro tentáculo. Escarchas en la piel de tus cenizas, el beso trae un párpado consigo, no deja de hablar.
Extraño la cruz del sur, yo tenía un horizonte para darte entonces. Evasivas y otras especies, el terror en una línea. Conseguir un destino.
My mind is on a blink. Con toda la luz de la manzana.











EL MÁS ACÁ Y EL MÁS ALLÁ

Todo para negar de las palabras para fuera. Nihilismo, anarquía, implosión estructural, un paso a cada lado simultáneamente, autodestrucción, huída veloz hacia las rejas, liberación y muerte a la vez.
Desde la puerta en que nacen las palabras hacia adentro se abre una puerta en la que se abre una puerta en la que se abre una puerta en la que se abre una puerta en la que se abre una puerta en la que se abre una puerta. Habla la voz que dice y no dice lo mismo que las voces que dicen y no dicen lo mismo que otras voces que dicen y no dicen que es lo mismo decir y no decir lo que hablan.
Los dos lados y todos. Las voces de este lado y las palabras de aquél. No somos humanos. Nada más que eso.

Comentarios

Entradas populares